Ha muerto el poeta chileno Gonzalo Rojas. Y leo, en la semblanza que le dedica Juan Carlos Mestre, una frase que contiene toda la verdad de los epitafios y todo el azogue de los versos: “Así era su vida cotidiana, una conversación entre los muertos de Comala y las chicas que aún sueñan con John Lennon”. En su poema “Tela de Chagall”, Gonzalo Rojas escribía sobre las novias de los cuadros de Chagall, que sueñan con elevarse hacia las constelaciones como si fueran personajes de García Márquez. En la nocturnidad de ese cielo profano es probable que alguna vez les guiñe un ojo un astro llamado Gonzalo Rojas.
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