lunes, 13 de agosto de 2012

Corpúsculo (Historia de un cuerpo pequeño)


Proliferan en verano, como las medusas, los murciélagos, los mosquitos y otros animales con poco prestigio y escaso pedigrí. No instilan su veneno por propulsión a chorro ni clavan su aguijón sobre la dermis. Algunos son portadores de la rabia, especialmente de cuatro a cinco de la tarde. En caso de verse rodeado por uno o varios ejemplares de esta especie, debe evitar una reacción histérica. No grite, no hiperventile y siga atentamente las instrucciones que ofrecemos a continuación: 1) Seleccione algún aparato provisto de cable que se encuentre a su alcance (televisión, dvd, tostadora, microondas), 2) enchúfelo a una toma eléctrica, 3) póngalo en manos del corpúsculo y 4) espere. Si, a pesar de ello, no consigue que el corpúsculo disfrute de una siesta reparadora, pruebe a remojarlo. A tal efecto pueden serle de ayuda los siguientes elementos (de menor a mayor tamaño): 1) grifo, 2) pistola de agua, 3) manguera, 4) piscina, 5) piscina olímpica, 6) mar, 7) mar abierto y 8) océano. En caso de corpúsculo ya previamente remojado, renuente o con hidrofobia, llévelo al cine (asesórese previamente acerca de los estrenos, y no olvide comprarle palomitas). Cuando el corpúsculo empiece a dar muestras de cansancio, no haga nada todavía. Es sabido que aprovechan cualquier distracción para manipular mentes y objetos. Actúe solo cuando los síntomas de somnolencia sean insoslayables. Entonces ha llegado la hora definitiva: alimente al corpúsculo. Entre las opciones gastronómicas más recurrentes se hallan: 1) bocadillo de mortadela, 2) bocadillo de tortilla, 3) bocadillo de salchichón, 4) bocadillo de atún, 5) calamares a la romana (solo recomendable para corpúsculos excéntricos o atrevidos) y 6) pizza cuatro quesos (para corpúsculos con ínfulas de gourmet). Recuerde que un batido de chocolate puede ayudarle a decorar imaginativamente el entorno según las prescripciones del feng shui más estricto. Ahora ya puede intentar dormir al corpúsculo delante de la televisión o en la cama. Lamentablemente, para este arte (que no techné) no existen instrucciones precisas, pues la efectividad de los métodos varía según la edad, los hábitos y el grado de docilidad del corpúsculo. En general, suele ser tarea fatigosa, tirando a ardua. Así que ya sabe. Si se topa con un cuerpo pequeño que lleve un Benzemá o un Messi impreso en el dorsal de la camiseta, ataviado con gorra de aviador y pala de playa, es más que probable que esté delante de un corpúsculo. Respire hondo y póngase manos a la obra.



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