El dominio de la imagen global nos ha habituado a percibir con
naturalidad esa esquiva obediencia del terror de la que hablaba Arendt. Sin
embargo, sospecho que la elocuencia fotográfica difícilmente puede competir con
esa otra violencia implícita que palpita en las preguntas sin respuesta. Algunos
de nuestros atletas coincidían ayer en plantearse la misma cuestión: qué
sentido tiene atentar contra una expresión deportiva pacífica, en la que
participan personas de diferentes razas, ideologías y credos religiosos. Me
parece que la nueva banalidad del mal reside precisamente en esa indiscriminada
posibilidad de violencia: el objetivo ha dejado de ser el ciudadano excepcional
para transformarse en el ciudadano común; esa equis que señala a cualquiera en
el mapa de la identidad. Wislawa Szymborska, siempre atenta al discurso
político de la mirada, lo plasmó en un poema excepcional titulado “El
terrorista”, publicado en 1976, y del que Alberto Santamaría realizó un acertado
análisis en su ensayo El poema envenenado.
Decía Szymborska:
La bomba
explotará en el bar a las trece veinte.
Ahora apenas
son las trece dieciséis.
Algunos
todavía tendrán tiempo de salir.
Otros de entrar.
El terrorista
ya se ha situado al otro lado de la calle.
Ese distancia
lo protege de cualquier mal
Y se ve como
en el cine:
Una mujer con
una cazadora amarilla: ella entra.
Un hombre con
unas gafas oscuras: él sale.
Unos chicos
con vaqueros: ellos están hablando.
Trece diecisiete
y cuarenta segundos.
Una niña: ella
va andando con una cinta verde en el pelo.
Solo que de
repente ese autobús la tapa.
Trece
dieciocho.
Ya no está la
niña.
Habrá sido tan
tonta como para entrar, o no,
Eso ya se verá
cuando vayan sacando.
Trece
diecinueve.
Y ahora como
que no entra nadie.
En vez de
entrar aún hay un gordo calvo que sale.
Pero parece
que busca algo en sus bolsillos y
A las trece
veinte menos diez segundos
Vuelve a
buscar sus miserables guantes.
Son las trece
veinte.
Qué lento pasa
el tiempo.
Parece que ya.
Todavía no.
Sí, ahora.
Una bomba: la
bomba explota.
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