Sé que llego tarde, solo a tiempo para entonar un réquiem o para levantar el acta de defunción del canal autonómico. No obstante, ahí van mis nueve motivos puramente sentimentales:
1) Por la oda a la naranja de Joan Monleón.
2) Por Tómbola,
sin la cual nunca habrían existido Sálvame
ni Sálvame deluxe.
3) Por Nit d’erotisme,
que contribuyó al despertar sexual de miles de jóvenes valencianos (y hasta programaron
la trilogía de Pasolini).
4) Por Rosana Pastor, que salió en Tierra y libertad, de Ken Loach, y lo hizo bien.
5) Porque la megalomanía faraónica jamás ha traído nada
bueno, salvo las pirámides de Egipto y la canción Waterloo.
6) Porque los espectadores (también conocidos como audiencia) no se merecían esto.
7) Porque los trabajadores de Canal 9 no se merecían esto.
8) Porque los políticos valencianos, en cambio, sí se lo
merecían.
9) Porque las reglas del juego no contemplan la opción de
romper la baraja.
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