Manuel
Álvarez Torneiro (La Coruña, 1932) obtuvo el Premio Nacional de Poesía con Os ángulos da brasa, que ahora se
presenta en edición bilingüe. Se trata de un libro de empaque cosmogónico,
donde conviven el trazo preciso y el vuelo visionario. Dividido en tres
secciones, el autor transita en ellas por los núcleos de la identidad: el paso
del tiempo, los sentimientos privados y la memoria colectiva. Con todo, las
mayores aportaciones de Los ángulos de la
brasa se concentran en su meollo expresivo. No en vano, la principal
apuesta del volumen reside en un discurso en constante ebullición, llevado por
las iteraciones anafóricas, los burbujeos imaginativos y la incandescencia de
un lenguaje que pone una vela a Horacio y otra a Blas de Otero: “El realismo es
una noche / conversando con Rulfo. / Y el entierro de un perro cayendo la
tarde, / la tala de un magnolio que sabía de Heráclito / y la vuelta de Ezra
Pound / a caballo de un tiempo de miseria”. Asimismo, en la redoma lírica se
mezclan los ingredientes de una educación cultural, desde la mujer con alcuza
de Dámaso Alonso hasta los disparates celestes de Marc Chagall, desde el gozoso
allegro de Vivaldi hasta los “heraldos
enlutados” de César Vallejo. Entre la celebración de la belleza y el arrastre
elegiaco, la trama de los días se va tejiendo con los hilos de la cotidianidad (“Era
jueves, lluvioso, / puntualmente invierno, / y sin mayor noticia”) y con la
aguja del realismo mágico (“Hay que dejar a Aníbal con sus elefantes / en algún
limbo fantástico”). La intemperie existencial, el “cuerpo a cuerpo” del amor y
la reivindicación de la utopía entroncan con el compromiso cívico de algunos niños de la guerra, pero sin renunciar a
la heterodoxia de otros compañeros de viaje ―como el pintor Urbano Lugrís o el
poeta Antón Avilés de Taramancos―. La ajustada traducción de Teresa Seara nos
permite acceder a los versos fieramente humanos de un libro original y lúcido,
que demuestra que la auténtica poesía está hecha de la misma materia que los
sueños.
Publicado en el suplemento "Babelia" del diario El País, el 18 de octubre de 2014
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